Institucional
Proyecto de Educación Sexual
“La educación en nuestros centros se fundamenta en una concepción cristiana del hombre. Está atenta a las condiciones singulares de cada educando y a las etapas evolutivas de su crecimiento intelectual, afectivo, moral y espiritual. Tiene por finalidad promover la madurez humana y cristiana del educando para que responda al designio personal de Dios sobre él”.
(Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de Urgel. LGAA 24)

Considerar el desarrollo psicosexual desde un modelo integrador nos lleva a considerar el mismo como un aspecto clave del desarrollo humano, que no se presenta de manera independiente con las otras formas de desarrollo de la persona.  En este sentido hablar de desarrollo psicosexual supone considerar los aspectos biológicos, psicológicos, socio-culturales y espirituales en los cuales está enmarcado el crecimiento humano.

“La educación integral mira al educando en su realidad total y se dirige a desarrollar su inteligencia, voluntad, libertad afectividad facultades creativas y operativas, sociabilidad, compromiso histórico y vocación trascendente.” (Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de Urgel. LGAA 25)

Esta premisa concuerda con la definición de sexualidad que nos ofrecen los lineamientos eclesiales fundados en una antropología cristiana, para la formulación de proyectos educativos que apunten al desarrollo de la sexualidad en los niños y adolescentes.  La sexualidad es un componente básico de la personalidad; un modo propio de ser, de manifestarse y comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano. En la sexualidad radican las notas características que constituyen a las personas como varones y mujeres, tanto en el plano biológico, como en el psicológico, cultural y moral. Es el eje de su evolución individual y de su inserción en la sociedad, por eso es parte integrante del desarrollo de la personalidad y del proceso educativo. (Conferencia Episcopal de Educación Católica de la Conferencia Episcopal Argentina, “La educación de la sexualidad”, 2006, I, 1.1.)

Este proyecto se enmarca en un proceso formativo que abarca al hombre en su totalidad y desde esa totalidad desarrolla el sentido más profundo de su existencia: el amor. “La sexualidad orientada, elevada e integrada por el amor adquiere una verdadera calidad humana. En el cuadro del desarrollo biológico y psíquico, crece armónicamente y solo se realiza en sentido pleno con la conquista de la madurez afectiva que se manifiesta en el amor desinteresado y en la total donación de sí.” (Orientaciones educativas sobre el amor humano N°6)

OBJETIVOS:

Institucionales:

  • Reconocer la sexualidad como un don de Dios que nos abre a la complementariedad y orientarla hacia el amor, descubriendo la importancia de vivirla en el marco de un proyecto de vida.
  • Promover una educación en valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad propia y ajena,  el respeto por la vida y la integridad de las personas y con el desarrollo de actitudes responsables  ante la sexualidad. 
  • Respetar el valor de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural.

Para los niños y adolescentes:

  • Desarrollar armónicamente su  identidad sexual y sentido de la propia dignidad.
  • Desarrollar y fortalecer  la autoestima.
  • Adquirir herramientas para poder elaborar un proyecto personal de vida en libertad y con responsabilidad.